Por lo general, las mujeres idealizamos el sexo, ya que con frecuencia nos sentimos conectadas emocionalmente a nuestra pareja sexual y deseamos que éste sea un momento único e inolvidable. Sin embargo, no siempre es así.
Falta de excitación: Esto es algo más común de lo que se cree. Si sientes que en pleno acto sexual se te han ido las ganas, quizá sea porque estás pensando en otras cosas. Créeme, eso de que las mujeres somos multi-tareas no siempre es bueno, pues cuando se trata de sexo el estar pensando o tratar de atender otros pendientes puede alejarnos de la excitación.
En mi experiencia, lo mejor es tomarnos unos minutos donde literalmente no tengamos nada que hacer, háblalo con tu pareja y quizá él mismo pueda ayudarte con los pendientes y entonces sí, ser completamente para él.
Por el lado del hombre, también pueden experimentar falta de deseo aunque es más inusual, aún así no te sientas ofendida si ha perdido la erección ni te lo tomes personal, ellos también tienen sus propias preocupaciones, lo mejor es hablar y darle tiempo.
Dolor en la penetración: Muy probablemente exista esa sensación de dolor que a la vez produce placer y es tolerable, pero un dolor que realmente produzca incomodidad o sea muy agudo no está bien.
Si en algunas posiciones sientes más dolor que otras, entonces puedes apostar que se debe a la profundidad de ésta, así que lo mejor es evitarlas y probar con posturas que te hagan disfrutar sin dolor.
Sin embargo, si el dolor se da desde el principio o con posturas habituales, quizá se trate a la falta de lubricación o alguna infección vaginal.
Sangrado después del coito: Algo de lo que se habla poco, pues muchas mujeres ignoran este síntoma o lo evitan por pena, es el sangrado vaginal. Pero debes considerar que cualquier sangrado que no esté relacionado a tu período menstrual debe ser evaluado por tu ginecólogo.
Un sangrado vaginal puede relacionarse a infecciones, falta de lubricación, penetraciones muy violentas o incluso algún mal mayor como pólipos o quistes en la matriz.
Apatía por la pareja: Como bien mencioné a un principio, las mujeres, por lo menos la mayoría, necesitamos esa conexión emocional para lograr excitarnos y disfrutar del sexo.
Si te has ido a la cama sin estar convencida o estando molesta, tu cuerpo al final reaccionará. Esto me pasa seguido; si he peleado con mi pareja, simplemente prefiero guardar el sexo para otro momento.
No poder alcanzar el orgasmo: Bueno, este tema es un tanto delicado; por un lado, es frustrante no alcanzar el orgasmo, pero por otro lado mientras más nos forzamos, menos lo conseguimos, así que lo mejor es darse tiempo. Eso sí hablarlo con la pareja y nunca fingir, pues esto empeora las cosas.
No dejes que esto complique tu relación sexual: relájate y cuando sea el momento apropiado habla de ello.
Como puedes ver, el sexo no siempre es como lo imaginamos. Sin embargo, en lo personal considero que nosotras mismas podemos hacer que se acerque lo más posible a esa imagen que tenemos en mente así que identifica los problemas más comunes o compártenos cuáles otros te han pasado.
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