La placa dental, que es en gran medida la más nociva, es un depósito suave, pegajoso, que se acumula en los dientes, en las restauraciones dentales (por ejemplo, empastes, coronas, y dentaduras postizas), en las encías y en la lengua. En otras palabras, es una masa organizada de bacterias orales.
El sarro dental es un material calcificado que con frecuencia contiene residuos bacterianos y algunas veces placa dental. Es una sustancia blanca, de consistencia terrosa. Aunque el sarro dental (llamado también cálculo) puede facilitar que se adhiera la placa dental, en general es considerado primordialmente un problema cosmético.
La placa dental es la responsable de las caries y de la enfermedad de las encías. A medida que la placa dental madura y envejece, se vuelve más peligrosa porque cambia. Debido a que ciertas bacterias de la placa dental se alimentan de carbohidratos fermentables (que incluyen azúcares, incluso los de las frutas y la leche, y alimentos amiláceos como panes, pastas, y galletas), producen un ácido que corroe el esmalte de los dientes, lo que causa caries.
Otras bacterias infectan las encías, lo que resulta en enrojecimiento, inflamación y sangrado. Esos son síntomas de gingivitis, los estados más tempranos de la enfermedad de las encías. Si se deja sin tratar, la enfermedad de las encías puede progresar hasta el punto en que la infección realmente destruye el hueso donde se sujetan las raíces de los dientes.
Esa es la razón por la que la enfermedad de las encías es la causa principal de pérdida de dientes en adultos mayores de 35 años de edad.
A continuación, se presenta una serie de remedios caseros y naturales para ayudar a eliminar el sarro y la placa dental.
Remedios popularesRemedio para eliminar el sarro y la placa dental #1: Mezclar 1 cucharada de gel de aloe vera o sábila y media taza de agua. Realizar buches con esta preparación.
Remedio para eliminar el sarro y la placa dental #2: Comer una manzana diaria con todo y cáscara (procurar que sea una manzana biológica).
Remedio para eliminar el sarro y la placa dental #3: Verter 3 gotas de agua oxigenada en media taza de agua y efetuar un enjuague bucal (no tragar) con esta preparación. Realizar este remedio 3 veces a la semana.
Remedio para eliminar el sarro y la placa dental #4: Aplastar 3 fresas hasta formar una pasta y después poner esta pulpa sobre el cepillo. Realizar el cepillado usual de los dientes como si se tratara de un dentífrico común.
Remedio para eliminar el sarro y la placa dental #5: Verter 3 gotas de aceite esencial de limón en media taza de agua. Realizar buches con esta preparación 3 veces al día.
RecomendacionesCepillarse bien. No es qué tan frecuente sino qué tan bien se cepilla. Usted se puede cepillar diez veces al día, pero si no lo hace bien, no va a obtener ningún beneficio. Se recomienda el método siguiente:
Sostenga el cepillo en un ángulo de 45 grados contra la línea de las encías. Dirija el cepillo hacia arriba, o hacia su nariz, cuando limpie los dientes superiores; hacia abajo, o hacia la barbilla, cuando limpie los dientes inferiores
Use un movimiento corto (de alrededor del ancho de un diente) de atrás hacia adelante para limpiar las superficies exteriores de sus dientes. Concéntrese en sólo uno o dos dientes a la vez. Y hágalo con suavidad; usted no está fregando el piso o el baño.
Use el mismo movimiento en las superficies interiores de todos los dientes, excepto en los del frente. Recuerde mantener el cepillo en un ángulo (de 45 grados) hacia la línea de las encías.
Cepille las superficies de masticar de sus dientes posteriores sosteniendo el cepillo en forma horizontal y con el mismo movimiento de atrás hacia adelante.
Coloque el cepillo verticalmente, y use la parte del frente del cepillo con movimientos cortos de arriba hacia ajo para limpiar las superficies interiores de los dientes frontales.
No olvide cepillarse la lengua. Esta también puede tener placa dental que causa enfermedades.
Usar las herramientas apropiadas. En este sentido, se recomienda un cepillo de nylon suave con cerdas pulidas de bordes redondeados. Las cerdas duras pueden erosionar el esmalte que protege sus dientes y puede formar hendiduras en ellos. Usar ese tipo de cerdas, también puede dañar las encías delicadas, hacerlas que retrocedan, o separarlas de los dientes. Consiga un cepillo que sea lo suficientemente pequeño para llegar a todos los dientes, especialmente a los de la parte trasera. Tampoco sea tacaño con los cepillos de dientes—cambie su cepillo cada tres meses, o antes si las cerdas se caen, se separan, o se desgastan.
No preocuparse de usar alta tecnología. Usted puede usar su anticuado cepillo de dientes manual con la misma efectividad que cualquier producto eléctrico. Pero si su habilidad manual no es de lo mejor, uno de los nuevos cepillos eléctricos que se encuentran en el mercado puede ser lo que usted necesita.
Usar una pasta dental con fluoruro. Seleccione un producto con el sello de aceptación de la ADA. ¿Qué tiene de fantástico el fluoruro? Se combina con los minerales de la saliva para “remineralizar” o fortalecer los dientes, lo que evita las caries tanto en niños como en adultos. Usted podría pensar de que ya no le salen más caries, pero a medida que envejece, sus encías retroceden, exponiendo las raíces de los dientes, que no tienen la cubierta protectora de esmalte y que son propensas al tipo de caries conocida como caries de las raíces.
Usar hilo dental. Demasiada gente piensa acerca de usar hilo dental como sólo una manera de sacar los residuos de carne asada o los granos de palomitas de maíz que se quedan atrapados entre los dientes. Pero en realidad es la mejor manera de limpiar entre los dientes y de limpiar debajo de las encías. Aquí está como usar correctamente el hilo dental:
Empiece con 18 a 24 pulgadas (45,7 a 61 centímetros) de hilo dental, y enrolle la mayor parte alrededor del dedo del corazón o del dedo índice de una mano (cualquiera que sea el dedo más cómodo para usted).
Enrolle el resto del hilo dental en el mismo dedo de la otra mano. Piense en ese dedo como el carrete para enrollar el hilo usado. No escatime el hilo. El hilo dental es barato y si no usa suficiente, usted sólo vuelve a introducir las bacterias en otro lugar cuando no usa una sección limpia de hilo para cada diente.
Sostenga firmemente el hilo con los pulgares y dedos índices, dejando aproximadamente una pulgada (2,54 centímetros) de hilo entre esos dedos. El hilo debe estar tenso.
Use un movimiento suave de tipo de “aserrar” cuando limpie entre los dientes. Tenga cuidado de no introducir con fuerza el hilo en el delicado tejido de las encías.
Cuando llegue a la línea de las encías, curve el hilo en forma de “C” para que se ajuste bien alrededor del diente, y deslícelo suavemente en el espacio entre la encía y el diente.
Saque el hilo de la encía y limpie el lado del diente. Recuerde que está siguiendo la forma del diente para sacar la placa dental de ese lado. Después de que saque el hilo, use una sección limpia del hilo para limpiar el diente en el otro lado de ese espacio.
Asegúrese de limpiar la parte trasera del último diente de cada lado.
No preocuparse por la cera. No se preocupe de escoger entre hilo dental con cera o hilo dental sin cera. Escoja lo que sienta mejor. Los hilos dentales con sabor también son buenos, especialmente si encuentra que los está usando con mayor frecuencia. Si sus dedos no son muy hábiles, o si sufre de artritis, o si tiene muchos puentes en los dientes, usted puede encontrar de utilidad los enrolladores o los soportes para hilo dental; los puede conseguir en las farmacias. Pregúntele a su dentista o a su higienista si tiene dudas de cómo usar correctamente esos utensilios.
Saber que no hay sustitutos para la limpieza con hilo dental. Limpiarse con hilo dental es lo mejor que puede hacer. Nada puede sustituir a la limpieza con hilo dental. No se puede conseguir nada que limpie tan bien entre los dientes. Pero si usted absoluta y positivamente se niega a limpiarse con hilo dental, pregúntele a su dentista o higienista por las alternativas. Se recomienda limpiadores interproximales que parecen cepillos pequeñitos para limpiar botellas, también funcionan, pero no siempre caben en los espacios ajustados entre los dientes. Los irrigadores orales pueden ser complementos excelentes, pero repetimos, no son sustitutos de la limpieza con hilo dental.
Establecer una rutina. Tanto para cepillarse como para limpiarse con hilo dental, empiece cada vez en el mismo punto de la boca y continúe a partir de allí. Al adquirir este hábito, hay menos posibilidades de que omita limpiar las superficies de algunos dientes.
Humedecer la boca. La saliva limpia la boca y ayuda a combatir las bacterias en forma natural. Pero una boca seca es un efecto colateral de algunos 300 o 400 medicamentos diferentes, los que incluyen antidepresivos, antihistamínicos, y medicamentos que se usan para tratar la presión arterial alta y la enfermedad de Parkinson. Una enfermedad llamada síndrome de Sjogren, que puede acompañar algunas afecciones reumatoideas, también reduce el flujo de saliva (y también causa ojos secos). Si usted ha tenido terapia de radiación para cáncer en la cabeza y el cuello, eso puede haber dañado sus glándulas salivares.