La ducha vaginal

ducha-vaginal¿Qué  es la ducha vaginal?
La ducha vaginal es un método para mantener y preservar la higiene íntima femenina. Se suele realizar con una válvula tipo "pera" de silicona. En el aparato se introducen líquidos que se impulsan  hacia la vagina. Los líquidos suelen ser mezclas de agua con bicarbonato o vinagre.

Indicaciones
Se suele recomendar para eliminar residuos de la menstruación o de otros fluidos que se hayan introducido en la cavidad vaginal como el semen. Muchas mujeres lo hacen también para reducir el olor vaginal.

¿Cómo se hace?
Se llena el recipiente de líquido a temperatura corporal (36 Cº) y se impulsa el agua hacia la vagina apretando para que llegue a través de la cánula. El líquido suelen ser soluciones de agua con vinagre.

Es recomendable medir el ph de la solución para que sea el mismo que el de la vagina y así no se vea alterado. El ph vaginal oscila entre 3 y 4. Una vez introducido el líquido este vuelve a salir con la suciedad vaginal que haya arrastrado.

Precauciones
El uso de las duchas vaginales es muy controvertido, cada vez hay más médicos y profesionales de la salud que se oponen a esta práctica que favorece la aparición de infecciones e inflamaciones y que hasta el día de hoy no ha demostrado tener ningún beneficio. Todo parece apuntar a que la vagina no necesita de ningún lavado interno.

El equilibrio vaginal es muy delicado, lo mejor es dejar que se limpie y equilibre por ella misma. La secreción de flujo vaginal se encarga de limpiar y proteger la vagina y en caso de realizar duchas vaginales constantes se ejerce una limpieza mecánica excesiva que elimina la mucosidad y flora bacteriana beneficiosa en el organismo y altera  en consecuencia la propia capacidad de limpieza y autoregeneración, creando el medio ideal para la aparición de infecciones víricas o bacterianas.

Por otro lado el uso constante de duchas vaginales está relacionado con inflamación del útero, ovarios y trompas de Falopio.

Alternativas a la ducha vaginal
La mejor manera de mantener una buena higiene vaginal es limpiar solo el área exterior. Una buena alternativa de limpieza externa son los baños de asiento que pueden hacerse con agua o tisanas de plantas medicinales vigilando también el ph para que sea el mismo de la vagina.

Las mujeres embarazadas y las que padecen o han padecido algún tipo de infección o alteración vaginal no deberían usar las duchas vaginales.

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