La causa más común de los callos en los pies es caminar o correr con zapatos mal ajustados. Incluso estar de pie durante períodos muy largos de tiempo usando zapatos ajustados o tacones altos puede causar callos.
Otras causas posibles son caminar sin usar zapatos, usar zapatos sin calcetines, y trabajo manual o participar en actividades deportivas que ejercen presión sobre los pies.
Las personas con juanetes o dedos de martillo, glándulas sudoríparas dañadas, cicatrices o verrugas en los pies son más propensas a tener callos que otras.
Además, las personas con diabetes u otras afecciones que causan un flujo sanguíneo deficiente a los pies tienen un mayor riesgo de complicaciones de los callos. En tales casos, es muy recomendable recibir el tratamiento por un médico de pies.
Algunos de los síntomas de los callos son piel gruesa y áspera, golpes duros y dolor al presionarlos. También pueden causar grandes molestias mientras están de pie o caminando.
Por lo general, simplemente eliminar la fuente de fricción o presión permite que los callos sanen. Si es necesario, hay muchos medicamentos de venta libre, así como lociones y tapas que pueden ayudar a tratarlos. También puede probar remedios caseros naturales simples para deshacerse de los callos.
1 Piedra pómez
Masajear las piernas y la zona cercana con una piedra pómez es un remedio eficaz. Una piedra pómez eliminará la piel muerta y endurecida,reduciendo a su vez el dolor y acelerando el tiempo de recuperación.
- Antes de acostarse, remoje los pies en agua caliente cómodamente durante 10 minutos para suavizar la piel dura.
- Frota suavemente una piedra pómez de un lado a otro a través de la zona afectada durante tres a cinco minutos y luego seca los pies con palmaditas.
- Sumerja una bola de algodón en aceite de ricino y colóquela en los pies. Asegúrelo con cinta adhesiva y déjelo colocado durante la noche.
- A la mañana siguiente, retire el vendaje y aplique aceite de ricino varias veces al día.
- Repita el tratamiento durante varios días hasta que los callos se retiren por completo.
2. Vinagre blanco
El vinagre blanco es otro excelente remedio probado y probado para los callos en los pies. El alto nivel de acidez del vinagre blanco ayuda a suavizar la piel dura. Además, sus propiedades antifúngicas y antibacterianas reducen el riesgo de infección.
- Antes de acostarse, mezcle una parte de vinagre blanco con tres partes de agua.
- Coloca este vinagre diluido sobre los callos.
- Cubra el área con un vendaje adhesivo y déjelo encendido durante la noche.
- A la mañana siguiente, exfoliar la piel engrosada con una piedra pómez o una tabla de esmeril.
- Aplicar un poco de aceite de oliva o de coco para mantener la zona hidratada.
- Use este remedio una vez al día hasta que los callos se eliminen.
3. Bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es un elemento exfoliante natural que ayudará a deshacerse de la piel muerta que cubre tus tacones, lo que a su vez ayuda al proceso de curación. También tiene propiedades antifúngicas y antibacterianas que ayudarán a mantener su piel libre de infecciones.
- Agregue dos a tres cucharadas de bicarbonato de sodio a una cubeta de agua tibia. Sumerja los pies en esta solución durante 10 a 15 minutos. Frota la zona afectada con una piedra pómez para eliminar la piel muerta.
- Otra opción es mezclar una cucharadita de bicarbonato de sodio, un poco de jugo de limón y agua para hacer una pasta. Aplíquelo con cuidado, sólo en la zona afectada. Cúbralo con un vendaje y déjelo encendido durante la noche. A la mañana siguiente, enjuague la pasta con agua tibia y luego exfolia suavemente con una piedra pómez.
Puede usar cualquiera de estos remedios una vez al día hasta que los callos se sequen y se escama.
4. Limón
Otro buen remedio casero para los callos en los pies es el limón. El ácido cítrico en el limón trabaja para suavizar la piel endurecida que compone callos, por lo que finalmente se cae.
- Aplicar jugo de limón fresco sobre los callos y dejar que se seque al aire. Haga esto al menos tres veces al día.
- Alternativamente, remoje dos trozos de clavo de olor en una cucharada de jugo de limón fresco durante 15 minutos. Retire el clavo de olor y frote el jugo de limón sobre los callos. Deje que se seque al aire y luego aplique el jugo de nuevo. Repita varias veces al día.
- Otra opción es mezclar una cucharadita de levadura de cerveza con un poco de jugo de limón para hacer una pasta espesa. Escónda la pasta sobre los callos de tus pies, cúbrela con un vendaje y déjala encendida durante la noche.
Puedes usar cualquiera de estos tres remedios diariamente hasta que estés satisfecho con el resultado.
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