Secreto oculto para perder peso: un intestino sano



Hoy en día es sabido que la composición de los organismos que viven en tu intestino determina, al menos en cierta medida, la manera en que tu cuerpo almacena los alimentos que consumes, cuán fácil (o difícil) puedes perder peso y qué tan buena es la función de tu metabolismo. Y he aquí que, el secreto oculto jamás contado sobre perder peso, podría ser un intestino sano.

Secreto oculto para perder peso: un intestino sano


Nuestro intestino es el hogar de aproximadamente 100,000,000,000,000 (100 billones) de microorganismos. Ese es un número tan grande que nuestros cerebros humanos realmente no pueden comprenderlo.


Hay 10 veces más bacterias en nuestro intestino de lo que hay células humanas en todo el cuerpo, con más de 400 especies bacterianas diversas conocidas. De hecho, se podría decir que somos más bacterias que humanos. Piensa en eso por un minuto.


Recientemente hemos comenzado a comprender a fondo el verdadero impacto que tiene la flora intestinal en la salud y las enfermedades de los humanos.


Entre otras cosas, la flora intestinal promueve una correcta función gastrointestinal, proporciona protección contra infecciones, regula el metabolismo y comprende más del 75% de nuestro sistema inmunológico.


Una flora intestinal desregulada se ha relacionado con enfermedades que van desde el autismo y la depresión hasta enfermedades autoinmunes como la enfermedad de Hashimoto, artritis reumatoide, enfermedad inflamatoria intestinal y diabetes tipo 1 entre otras.


Investigaciones recientes han demostrado que la flora intestinal y la salud intestinal en general también desempeñan un papel importante tanto en la obesidad como en la diabetes.
Las bacterias malas promueven la obesidad y las enfermedades metabólicas

Un estudio publicado este año encontró que los ratones que no tienen una proteína conocida como receptor 5 de tipo Toll (TLR5) en su intestino aumentan de peso excesivamente y desarrollan diabetes y enfermedad del hígado graso cuando son alimentados con una dieta alta en grasas.


Esto se debe a que sin la presencia de TLR5 en el intestino, las bacterias malas pueden salirse de control.


Los autores del estudio encontraron que estas bacterias malas causaron una inflamación de bajo grado en los ratones, lo que provocó que comieran más y desarrollaran resistencia a la insulina.
Antibióticos dañan intestino


También descubrieron que el tratamiento de estos ratones con antibióticos fuertes (suficientes para matar la mayoría de las bacterias en el intestino) redujo sus anomalías metabólicas.


Pero la parte más interesante de este estudio es lo que sucedió cuando los investigadores transfirieron la flora intestinal de los ratones con sobrepeso y con deficiencia de TLR5 a los intestinos de los ratones delgados: los ratones delgados inmediatamente comenzaron a comer más y finalmente desarrollaron las mismas anormalidades metabólicas que los ratones con sobrepeso.


En otras palabras, la obesidad y la diabetes fueron “transferidas” de un grupo de ratones al otro simplemente intercambiando su flora intestinal.


Otros estudios han demostrado que la composición de la flora intestinal difiere en personas obesas y diabéticas, y en personas de peso normal sin irregularidades metabólicas.


Un posible mecanismo que explica por qué los cambios en la flora intestinal ocasionan diabetes y obesidad es que diferentes especies de bacterias parecen tener diferentes efectos sobre el apetito y el metabolismo.


En el estudio sobre ratones deficientes en TLR5 que se mencionó anteriormente, los ratones que tenían demasiadas bacterias malas en sus intestinos experimentaron un aumento en su apetito y consumieron aproximadamente un 10 por ciento más de comida que sus parientes normales.


Pero la cuestión no era solamente que estos ratones tenían más hambre y comían más; sus metabolismos también fueron dañados. Cuando se les restringió su alimentación, perdieron peso, pero aún tenían resistencia a la insulina.
La vida moderna arruina nuestro intestino y nos vuelve obesos y diabéticos


Al final, lo que todas estas investigaciones sugieren es que las bacterias intestinales saludables son cruciales para mantener un peso y metabolismo regulares.


Desafortunadamente, varias características del estilo de vida moderno contribuyen directamente a desarrollar una flora intestinal poco saludable:
Antibióticos y otros medicamentos como anticonceptivos y los AINE
Dietas altas en carbohidratos refinados, azúcar y alimentos procesados
Dietas bajas en fibras fermentables
Toxinas dietéticas como el trigo y los aceites de semillas industriales que causan intestino permeable
Estrés crónico
Infecciones crónica


También se sabe que los bebés que no son amamantados y nacen de madres con mala flora intestinal tienen más probabilidades de desarrollar bacterias intestinales no saludables, y que estas diferencias tempranas en la flora intestinal pueden predecir sobrepeso y obesidad en el futuro.


Es interesante notar que la epidemia de “diabesidad” ha coincidido perfectamente con la creciente prevalencia de factores que perturban la flora intestinal.


No significa que la mala salud intestinal es la única causa de la obesidad y la diabetes, pero sí puede ser que probablemente desempeñe un papel mucho más importante de lo que la mayoría de la gente piensa.
Cómo mantener y restaurar una flora intestinal saludable


El primer paso más obvio para mantener un intestino sano es evitar todas las cosas que se enumeraron anteriormente.


Pero, por supuesto, eso no siempre es posible, especialmente en el caso de estrés crónico e infecciones, y de si fuimos amamantados o nuestras madres tenían intestinos sanos.


Si has estado expuesto a algunos de estos factores, todavía hay pasos que puedes seguir para restaurar tu flora intestinal:
Eliminar todas las toxinas alimentarias de tu dieta
Consume muchas fibras fermentables (almidones como camote, ñame, yuca, etc.)
Toma un probiótico de alta calidad o considera métodos más radicales para restaurar una flora intestinal saludable
Trata cualquier patógeno intestinal (como parásitos) que pueda estar presente
Toma medidas para controlar tu estrés

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