Cómo ablandar los callos de los pies con remedios naturales

Además de recurrir a los remedios mencionados, para acabar con los callos también es importante exfoliar la zona con una piedra pómez para así eliminar el exceso de células muertas
Los callos son uno de los problemas estéticos que sufren nuestros pies cuando no les prestamos suficiente atención durante la rutina de cuidado personal.

Se trata de unas durezas formadas por la fricción con el calzado y el suelo, las cuales suelen acumular células muertas que impiden que la piel se regenere de forma óptima.

Aparecen con regularidad en las plantas y talones, aunque en algunos también pueden darse en los dedos, de uno o ambos pies.

Si bien son benignos y rara vez producen dolor, es primordial brindarles un tratamiento para evitar grietas, infecciones y otras complicaciones.

Por fortuna, además de los tratamientos que distribuyen en el mercado, hay remedios de origen natural que nos ayudan a ablandarlos para restablecer la salud de la piel.

En esta oportunidad queremos compartir 5 interesantes opciones para que te animes a probarlas en casa.

¡Apunta!

1. Bicarbonato de sodio y aceite de lavanda

Las propiedades astringentes del bicarbonato de sodio se unen con el poder antibacteriano y relajante del aceite esencial de lavanda para brindarnos un completo tratamiento contra los callos que afectan la salud de los pies.

Estos ingredientes eliminan las células muertas y ayudan a hidratar la zona afectada para que se regenere sin dificultades.

Ingredientes
5 tazas de agua (1250 ml)
2 cucharadas de bicarbonato de sodio (20 g)
1 cucharada de aceite esencial de lavanda (15 g)

Preparación
Pon a calentar las tazas de agua y, cuando alcancen una temperatura soportable para la piel, viértelas en un barreño.
Incorpora el bicarbonato de sodio y el aceite de lavanda, y remuévelos para que se integren bien.
Modo de uso
Sumerge los pies en el remedio durante 20 minutos y, pasado este tiempo, frótalos con una piedra pómez.
Repite su aplicación 2 o 3 veces a la semana, hasta remover los callos.

2. Sales de Epsom y aceite de eucalipto

El tratamiento con sales de Epsom y eucalipto no solo nos permite ablandar las durezas en los pies, sino que previene los hongos y brinda un efecto relajante.

Ingredientes
5 tazas de agua (1250 ml)
½ taza de sales de Epsom (100 g)
1 cucharadita de aceite de eucalipto (5 g)
Preparación
Calienta el agua y, sin dejarla hervir, viértela en un recipiente o barreño.
Incorpora las sales de Epsom y el aceite de eucalipto, y remuévelos hasta que queden bien disueltos.
Modo de uso
Sumerge los pies durante 20 minutos y frótalos con una piedra pómez.
Úsalo 3 veces a la semana para conseguir buenos resultados.

3. Vaselina y vitamina E

Tanto la vaselina como el aceite de vitamina E actúan como poderosos hidratantes y regeneradores, facilitando la eliminación de callos e imperfecciones en los pies.

Esta crema natural repara las células y ayuda a eliminar la piel muerta que da lugar a las durezas.

Ingredientes
5 cucharadas de vaselina (100 g)
1 cápsula de vitamina E
Preparación
Incorpora la vaselina en un frasco de vidrio y mézclala con el contenido de una cápsula de vitamina E.
Modo de uso
Toma la cantidad que consideres necesaria y masajea los pies hasta que se absorba por completo.
Repite su uso cada noche antes de acostarte.

4. Ajo y aceite de coco

El poder antibiótico y antiinflamatorio del ajo se combina con los compuestos hidratantes del aceite de coco para brindarnos un efectivo tratamiento contra los callos y el pie de atleta.

Este remedio natural combate los hongos en los pies y, de paso, hidrata las zonas secas para ablandar las durezas.

Ingredientes
5 dientes de ajo
2 cucharadas de aceite de coco (30 g)
Preparación
Machaca los dientes de ajo y mézclalos con el aceite de coco para obtener una pasta.
Modo de uso
Frota el tratamiento sobre los pies y déjalo actuar 40 minutos.
Enjuaga con agua tibia y repite su uso 2 o 3 veces a la semana.

5. Tomate y aceite de oliva

Los antioxidantes del tomate combinados con los ácidos grasos del aceite de oliva nos permiten reparar la piel de los pies, en especial en caso de durezas y grietas.

Su aplicación directa hidrata las zonas secas y reduce la acumulación de piel muerta e impurezas.

Ingredientes
2 tomates maduros
2 cucharadas de aceite de oliva (32 g)
Preparación
Tritura los tomates maduros y mézclalos con el aceite de oliva.
Modo de uso
Aplica el tratamiento sobre los pies y déjalo actuar 40 minutos.
Enjuaga con agua tibia y repite su uso cada noche antes de acostarte.
¿Has descuidado tus pies? ¿Notas durezas o partes de piel resecas? Ten en cuenta alguno de estos remedios naturales para suavizarlos y mejorar su aspecto.

Gracias por compartir! , No olvides dejar tu comentario!



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