Es una hierba popular que mucha gente utiliza simplemente como una especia para mejorar o realzar el sabor de su comida, pero en verdad, esta hierba perenne, con el nombre científico de Origanum vulgare, tiene una gran cantidad de beneficios para la salud que la mayoría de la gente no sabe.
Lo mejor del orégano es que se puede consumir tanto fresco como seco, aunque fresco se aprovechan más sus propiedades. Al ser una hierba se puede cultivar perfectamente en macetas y echarle mano cuando estemos preparando exquisitos platos.
El orégano contiene timol, una sustancia cristalina que tiene propiedades antisépticas y fungicidas. El orégano también se utilizar como hierba medicinal para curar enfermedades respiratorias y dolencias estomacales. Los extractos de aceite de orégano ayudan a tratar resfriados, fiebre leve, y la indigestión.
Reduce la inflamación:
El orégano tiene poderosas propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas. Además, gracias a sus altas concentraciones de Timol, fortalece los músculos del cuerpo. Finalmente, está demás decir que puede reducir la hinchazón.
También es rico en Omega-3, hierro, magnesio, calcio y cobre. Asimismo, posee grandes cantidades de vitaminas B6, C, E y K. Esta última (la vitamina K) es esencial para mantener los huesos fuertes y darles resistencia.
Desintoxica el organismo:
El orégano fue la planta protagonista de varios estudios realizados recientemente. Los resultados confirman la capacidad de la planta para desintoxicar el organismo, especialmente el hígado. También ayuda a eliminar toxinas de otras partes del cuerpo y aporta muchos minerales.
Cuida la piel:
Todo el tiempo hemos escuchados que los cítricos son una rica fuente de antioxidantes y otros nutrientes. Pero el orégano contiene concentraciones de ambas 20 veces mayores. Dicha planta tiene incluso más antioxidantes y nutrientes que el mismo arándano. Por lo tanto, evita el envejecimiento prematuro y mantiene la piel saludable.
Mejora la salud ósea:
Con el paso de los años, nuestros usos van sufriendo más y más daños hasta que termina debilitándose. De ahí que sea tan importante llevar una dieta saludable mientras estamos jóvenes. Si queremos cuidar de nuestros huesos, debemos incluir el orégano a nuestra dieta. Este es rico en calcio y hierro, ambos necesario para mantener la salud ósea y prevenir la osteoporosis.
Qué necesitaremos:
- Orégano fresco y seco (3 y 1 cucharadas respectivamente).
- Agua (300 ml).
Modo de preparación y uso:
En primer lugar, debemos poner a hervir el agua hasta que llegue al punto de ebullición. Acto seguido, echaremos las 3 cucharadas de orégano fresco en una taza, justo con 1 cucharada de orégano seco. Después, echaremos el agua en la taza y la dejaremos reposar por 10 minutos. Finalmente, concluimos la preparación colando y endulzando la sustancia con 1 cucharada de azúcar.
Esta poderosa infusión la podemos tomar en el momento que prefiramos. Veremos que, si somos constante y la consumimos todos los días, obtendremos los resultados antes dicho. Además, al ser una infusión natural, no supone ningún peligro para nuestra salud.
Si sufres de uno de los males de salud de los que hablamos anteriormente, no dudes en preparar esta infusión. Te aseguramos que quedarás sorprendido con todo lo que conseguirás con él. Si conoces a alguien a quien le pueda interesar esta información, compártela en tus redes sociales.
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