Los calambres pueden aparecer de forma súbita en cualquier músculo y ser bastante dolorosos.
Los músculos más afectados suelen ser los de las piernas y muslos aunque también pueden aparecer en los pies, las manos o los brazos.
En este artículo te daremos algunos consejos para reducirlos apenas aparecen.
¿Por qué se producen los calambres?
Aunque son más frecuentes por la noche, los calambres también pueden aparecer de manera repentina mientras caminamos, hacemos ejercicio o realizamos nuestras actividades cotidianas.
A veces solo se trata de un dolor agudo durante 15 segundos, mientras que, en otras ocasiones, pasan los minutos y no podemos calmar la rigidez muscular.
Las causas de que se nos acalambren, por ejemplo, las piernas (lo más habitual) son variadas. Entre ellas:
- Uso excesivo de los músculos por el ejercicio
- Deshidratación o bajos niveles de potasio y sodio
- Sedentarismo y sobrepeso
- Embarazo
- Hipotiroidismo
- Insuficiencia renal
Los calambres son casi siempre inofensivos y desaparecen paulatinamente. En la mayoría de los casos no es necesario consultar con un médico. No obstante, si el problema persiste, sí deberíamos ver a un especialista.
El profesional realizará exámenes de sangre para verificar las funciones renales y tiroideas así como también los niveles de calcio y potasio en sangre.
También puede solicitar una prueba llamada electromiograma gracias a la cual se mide la actividad muscular y la condición de la médula espinal.
En función de estos análisis el médico podrá determinar cuál es el detonante de los calambres y prescribir un tratamientoadecuado.
En el caso de que los exámenes no revelen ningún desequilibrio o problema en particular el siguiente paso es descartar cualquiera de las siguientes enfermedades autoinmunitarias:
- Fibromialgia
- Arteriosclerosis
- Lupus
- Esclerosis múltiple
- Artritis reumatoide
Ejercicios para aliviar calambres
Ya que lo más habitual es padecer calambres en las piernas, te enseñaremos algunos ejercicios que te pueden ayudar a aliviar los dolores:
1. Flexiona los dedos de los pies
- Coloca la pierna lo más estirada posible sobre la cama o el sofá.
- Con la ayuda de la mano lleva los dedos de los pies hacia atrás (como apuntando al pecho) y ejerce una leve presión.
- Trata de elevar un poco el talón y despegarlo del apoyo.
- Mantén la posición durante 30 segundos, como mínimo.
2. Camina sobre el talón
Con cuidado, levántate de la cama y haz todo lo posible para caminar llevando todo el peso del cuerpo al talón del lado donde apareció el calambre.
De esta manera ayudarás a que los músculos de la pantorrilla reciban la sangre y el oxígeno necesarios.
3. Presiona contra la pared
Otra manera de aliviar los calambres es ejercer presión en la zona para que se estire.
- Puedes colocarte de pie frente a la pared y apoyar la planta del pie en el zócalo.
- Coloca las manos por delante del torso también sobre la pared y flexiona los codos.
- La idea es que al hacer este movimiento sientas que los músculos de la pierna se estiran.
Otra opción es colocar la pierna acalambrada por detrás de la otra y flexionar la rodilla delantera. Puedes ayudarte apoyando las manos en la pared o en un mueble pesado que no se mueva.
4. Camina de puntillas
Los calambres en los gemelos son muy habituales tanto si hacemos ejercicio como si estamos muchas horas de pie o usamos tacones. Este ejercicio te puede servir para aliviar el dolor.
Simplemente tienes que ponerte de puntillas (descalzo o con calcetines) y caminar lo máximo posible por la casa u oficina.
Otra alternativa es subir y bajar los talones para estirar bien la zona. Apóyate en la pared o el respaldo de una silla para no perder el equilibrio.
5. Masajea
o primero que hacemos cuando sentimos un calambre es tocar la zona con los dedos. No obstante, también existe una técnica para ello.
- Siéntate de forma tal que la pierna acalambrada quede por encima del otro muslo.
- Masajea con movimientos circulares en todo el músculopara liberar las tensiones.
- Puedes ejercer más o menos presión según lo necesites.
6. Aplica calor
Una almohadilla eléctrica o una compresa caliente pueden ser de mucha utilidad cuando sientes un calambre.
- Moja una toalla con agua hirviendo y aplica sobre el área afectada con mucho cuidado de no quemarte.
- También puedes darte una ducha con agua bien caliente que caiga sobre la pierna o músculo acalambrado.
Cómo prevenir los calambres
Si en los últimos tiempos has sufrido varios calambres, quizás necesites además ciertas recetas para prevenir la situación. Presta atención a estas recomendaciones:
1. Castaño de Indias
Este fruto tiene la capacidad de tonificar las arterias y los capilares. Se puede conseguir en tiendas naturistas y se suele consumir en cápsulas.
2. Agua
Es muy importante que los músculos estén hidratados para evitar calambres. Por lo tanto, te recomendamos consumir, por lo menos, 2 litros de agua por día.
Si hace calor o realizas ejercicio, aumenta a 3 litros diarios. Si no eres de beber agua “sola” puedes cumplir con esa cantidad con infusiones de hierbas o zumos y batidos naturales.
Ten presente que el café y los refrescos no cuentan a la hora de lograr la cantidad de líquido deseada.
3. Plátano
Los calambres pueden aparecer por falta de potasio. Uno de los alimentos más ricos en este nutriente es el plátano. Por eso verás a los deportistas comiendo esta fruta en medio de una competencia.
Otra opción es el kiwi. Puedes comerlos varias veces a la semana en batidos, macedonias o licuados.
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