La suplementación puede ayudarte a quemar grasa después del ejercicio

Las bacterias intestinales producen un supresor del apetito que puede mejorar la efectividad de un programa de pérdida de peso basado en el ejercicio. Esto significa que agregar algún suplemento supresor del apetito junto con ejercicio moderado aumenta la probabilidad de perder peso, incluso sin cambiar tu dieta.

Suplementación para quemar grasa después del ejercicio

El propionato es un ácido graso de cadena corta producido en el proceso de digestión de la fibra dietética por microorganismos intestinales[¹]. Este es un supresor del apetito natural y es muy efectivo. El propionato se degrada rápidamente en el cuerpo, por lo que para potenciar sus efectos, los científicos lo unen químicamente con la inulina. La cual es una fibra común en el ajo, la alcachofa de Jerusalén, la achicoria y la cebolla. El resultado de esta unión es inulina-propionato de etilo
Los científicos están muy interesados ​​en cómo la microflora intestinal afecta la salud y el bienestar. En estudios previos se encontró que el uso de la IPE como un suplemento dietético aumentó la velocidad a la que el cuerpo oxida la grasa mientras se descansa. El estudio también mostró que el IPE suprime la necesidad de consumir alimentos ricos en calorías.
Por ejemplo, a los participantes a quienes se les ofrecieron comer tanta pasta como pudieran terminaron comiendo 10 por ciento menos de lo habitual. Un nuevo estudio ha revelado que el IPE puede mejorar los efectos de pérdida de peso con un programa de ejercicio moderado sin tener que cambiar tu dieta.

Haz ejercicio y toma suplementos sin cambiar tu dieta

Por primera vez, científicos han demostrado que este efecto persiste cuando se combinan la práctica de ejercicios y la ingesta regular de IPE. El estudio no examinó la efectividad de la dieta para adelgazar junto con el ejercicio y el IPE. En el estudio participaron 20 mujeres de 25 a 45 años. Cada una de ellas tenía un índice de masa corporal (IMC) superior a 25.
El estudio duró 4 semanas. El equipo dividió a las participantes en dos grupos de 10 personas. Ambos grupos participaron en programas de ejercicio moderado. Un grupo recibía suplementos de IPE y el otro recibía suplementos de placebo que contenían celulosa. Todas mantuvieron hábitos alimenticios normales durante el estudio.
Los investigadores midieron el nivel de oxidación de grasas en reposo de cada persona antes y después de la prueba, usando muestras de sangre y gases. Recogieron muestras antes del desayuno, después del desayuno y después de la cena. Las mujeres que hicieron ejercicio mientras tomaban placebo no mostraron ningún cambio en los niveles de oxidación de las grasas. Sin embargo, el grupo que ingería IPE mostró un aumento significativo en la quema de grasas en reposo, incluso 7 horas después de la última dosis de IPE.

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