Quimioterapia para el cáncer
Muchos médicos no lo admiten, pero muchos tratamientos contra el cáncer hacen muy poco para erradicar la enfermedad. Considera la quimioterapia, por ejemplo. Es probablemente el tratamiento más ampliamente prescrito para el cáncer de adultos en el mundo.
¿Quieres adivinar la tasa de éxito de la quimioterapia? (Pista: es mucho, mucho más baja de lo que piensas), 2 a 3 por ciento. Eso es. Dicho de otra manera, la quimioterapia falla del 97 al 98 por ciento de las veces. Ten en cuenta los efectos secundarios horribles del tratamiento, y no es de extrañar por qué más pacientes con cáncer se van por una ruta diferente.
Causas potenciales del cáncer
Es probable que no te sorprendas al saber que el cáncer puede ser causado por una gran cantidad de factores. Los más comunes incluyen el consumo de tabaco, deficiencias nutricionales, mala alimentación, falta de ejercicio y enfermedades de transmisión sexual. Otras causas pueden ser la exposición a toxinas, el abuso del alcohol, el sobrepeso u obesidad y, en cierta medida, la predisposición genética.
Cuando leas la lista, notarás que tenemos cierto control sobre muchas de las principales causas del cáncer. En otras palabras, podríamos, en algunos casos, prevenir el cáncer. Por ejemplo, el consumo de tabaco es responsable de alrededor del 22 por ciento de todas las muertes por cáncer a nivel mundial. Esto suma aproximadamente 132,000 personas solo en 2017.
El papel de las vitaminas y los nutrientes para prevenir el cáncer
Como se mencionó, la dieta juega un papel clave en la prevención del cáncer. Tener una dieta bien balanceada y hacer ejercicio regularmente puede eliminar dos factores de riesgo. Tener sobrepeso y la obesidad. Con esto en mente, analicemos cinco vitaminas y nutrientes que pueden ayudar a prevenir el cáncer:
1. Vitamina D
Investigaciones muestran que las personas que reciben cantidades regulares de vitamina D tienen un riesgo menor de cáncer. Como es de esperarse, un gran número de personas en los países desarrollados no obtienen suficiente de esta vitamina crucial.
Más del 90 por ciento de la vitamina D de una persona promedio proviene del sol. El pescado graso, la leche baja en grasa, el jugo de naranja, los cereales, el hígado de vaca, el queso y las yemas de huevo son buenas fuentes de vitamina “D”. También puedes encontrar muchos suplementos de vitamina D de alta calidad.
2. Ácidos grasos omega-3
La inflamación crónica se ha relacionado con el crecimiento de cánceres múltiples. La inflamación no saludable suprime el sistema inmune, lo que nos pone en un mayor riesgo de desarrollar todo tipo de dolencias.
Los ácidos grasos Omega-3 actúan como un antiinflamatorio natural y potente. Además, pueden reducir el riesgo de cáncer. En un estudio de 2015, las mujeres que consumían regularmente EPA y DHA, dos formas de omega-3, tenían una menor incidencia de cáncer de mama que las mujeres que no lo hicieron.
3. Vitaminas A, C y E
Las vitaminas A, C y E son potentes antioxidantes. El Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos informó que estas vitaminas eliminan los radicales libres dañinos. Si los radicales libres están en niveles altos, pueden dañar los componentes celulares, incluidas las membranas celulares, el ADN y las proteínas. Esto puede acelerar el desarrollo del cáncer.
Estudios de laboratorio demuestran que los antioxidantes, incluidas las vitaminas A, C y E, previenen la variedad de daños corporales causados por la formación de radicales libres. Como resultado, muchos investigadores creen que los antioxidantes pueden combatir el crecimiento de tumores cancerosos. Por supuesto, deben tomarse de forma constante.
4. Polifenoles
Los polifenoles son sustancias químicas vegetales que actúan como antioxidantes y antiinflamatorios. Algunas investigaciones muestran que beber té verde, que es una poderosa fuente de polifenoles, puede reducir significativamente los riesgos de varios tipos de cáncer. Esto incluye cáncer de mama, vejiga, esófago, ovarios y páncreas.
La única advertencia es que los extractos de té verde no parecen ser de particular ayuda. El consumo de té verde sin azúcar y de alta calidad puede ser la mejor opción. Si tomas medicamentos recetados, ten en cuenta que las propiedades del té verde pueden causar reacciones. Por favor, asegúrate de investigar o consultar con tu médico.
5. Curcumina
La curcumina es el ingrediente activo de la cúrcuma, una especia común utilizada en muchos platos indios. Estudios muestran que la curcumina posee potentes propiedades anticancerígenas. Pueden potencialmente neutralizar las células cancerosas y evitar que crezcan más. Hasta la fecha, la curcumina ha demostrado ser efectiva contra el cáncer de intestino, cáncer de mama, cáncer de piel y cáncer de estómago.
La curcumina también sirve como un poderoso agente antiinflamatorio. Naturalmente, puede aumentar los niveles de antioxidantes en el cuerpo. Finalmente, la curcumina puede aumentar el número de conexiones neuronales en el cerebro. Esto puede ayudar a retrasar o posiblemente revertir el deterioro cognitivo relacionado con la edad.
Conclusiones
Enfrentamos numerosos factores en este mundo sobre los cuales tenemos poco control. Sin embargo, podemos mantenernos positivos sabiendo que sí tenemos control sobre otros aspectos de nuestra salud y bienestar. Si mejorar tu dieta con estas vitaminas puede ayudar a frenar o prevenir el cáncer, vale la pena intentarlo, ¿no?
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